Cuando lo conocí

Cuando te conocí no pensé que iba a quererte para algo más que una de esas bonitas amistades que se tienen cariño, un tanto de confianza pero sobre todo deseo. Furtivo y apasionado. Esos amigos que se van a la cama una que otra vez, o solo una, pero siguen siendo amigos.

Luego quise quererte solo para un par de noches de risas y sexo desprevenido. Para mensajes superficiales, llamadas banales y diversión, solo diversión. Para reir con sus chistes y jugar a ver quién escribía o quién llamaba o quién invitaba. Pero entre juego y juego, y después que todo esto pasó, ahí estaba yo, desarmada e inevitablemente queriéndote.

Queriéndote para que me escribieras, todos los días. Para que me invitaras a almorzar, comer o salir. Queriéndote para que me incluyeras en tus quereres, en tu vida, ahí, queriéndote, como si querer por sí solo no fuera lo suficientemente complicado.

 Empecé a quererte y no había vuelta atrás. Porqué aquí estoy, queriéndote para que me inspires blogs, conocer el mundo juntos y alegrarte los malos días. Para caminar de la mano, comer helados, pasar los domingos abrazados sin salir de casa, siendo uno, ir a cine y conocer todos los restaurantes de la ciudad.

Te empecé a querer para contarte mis tragedias diarias y quejarme del trabajo, para que conozcas a mi hermano, las aventuras de mis abuelos y las idas a la finca de mis papás. Queriéndote, para que seas solo mío, y de nadie más.

Aquí estoy queriéndote llenar de detalles y palabras lindas. Para despertarme en las noche y besarte mientras duermes. Para que me cuides de mi misma y oigas las historias de mis amigas. Para hacerte desayuno y soñar con un futuro juntos. Aquí estoy, queriéndote para dejar fluir sin ninguna clase de vergüenza lo más cursi de mi.

Aquí estoy, queriéndote de noche y de día. Para pelearnos y sentir que el mundo es asqueroso y reconciliarnos y tocar el cielo con el corazón. Queriéndote para ver programas tontos, hablar de cosas sin sentido y quererte hasta que duela. Aquí estoy, queriéndote para que me acompañes de compras y para comprarte orquideas para la casa y disfrutes poniendole agua. Aquí estoy, sin nada que pueda hacer, queriéndote para abrirte mi a mundo, entregarte mis sueños, olvidarme del pasado a tu lado y construir un bonito presente, día a día, juntos.

Aquí estoy, queriéndote para saborearme tus besos, insultarte con el alma y alegrar mis noches con tu mirada esperanzadora. Para susurrarte al oído las palabras más dulces y las más sucias que has oído. Para reinventarme junto a ti, llenarte de mi energía y mi romanticismo. Aquí estoy, queriéndote para intentar nuevas recetas, salir a la ciclovía y vivir Paris.

Aquí estoy, queriéndote para ver el noticiero todas las noches, para mercar y salir a trotar juntos. Queriéndote para olerte y hacer que quieras hacer cosas diferentes. Para ir de compras, para deslizarme en tu cuerpo, para vivirte intensamente, para ir a Rio y para querer matarte otras veces. 

Estoy queriéndote para enfermarme a tu lado y aliviarte cuando lo necesites, para apoyarte siempre y decirte cuando estes equivocado, para mandarte a la mierda y para irte a buscar. Para bailar, soñar, amar y disfrutar.

Estoy queriéndote sin control y cada día más, con paciencia e intensidad, con romanticismo y cursilería y rabia y mucho amor. Aquí estoy queriéndote sin piedad de mi ni de ti, así que quiéreme así como me estas queriendo, querendona y como yo te quiero a ti.

14 comentarios en “Cuando lo conocí

  1. Princesaa, genial este blog, tienes razon cuando conocemos a alguien no pensamos si vamos a ser novios enseguida, pensamos en que es para el ratico y ya, despues cuando pasa el tiempo y reaccionamos, nos damos cuenta que esa persona se nos metio hasta en los huesos, y ni modo nos toca vivir lo mas hermoso y doloroso del mundo: El Amor!

  2. Y asi te fui queriendo a Diario sin querer y sin pensarlo sin ley y sin horario… Ese es el amor debordante y apasionado ese q soñamos ese q criticamos y hasta lloramos sin conocerlo y cuando llega no nos fijamos q es el q menos creemos el q menos pensamos el q no tenemos la mas intension de quererrr y terminamos queriendoo mas de la cuenta.. Ese q si se va, nos hara entrar en tuza cronica con Nutella y llorada dramatica y sentimental con las amigas… Ese vale la pena quererlo asiii sin pensar.

  3. Todo un cuento de princesas hecho a la vida real, gracias por compartir sentimientos e historias con los que muchas mujeres o mejor princesas nos identificamos y deseariamos expresar con tanto empeño y amor como lo haces tu.

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